"Son cien mujeres. Caminan en fila por algunas de las
calles más transitadas de Bogotá. Cada una luce un vestido de novia que con la
larga caminata deja de ser un pulcro recuerdo ceremonial y se transforma en un
traje desgastado y sucio. En las manos de cada mujer reposa una canastilla y en
ellas un montón de recordatorios que entre almendras y tarjetas evocan algún
viejo y dulce ritual.
Recuerdos Velados, nombre del performance de Beth Moysés, ha
sido visto en diversos países. En él se conjugan varios de los elementos que
han marcado la propuesta de la artista brasilera, quien a partir de aspectos
como la memoria, la decepción y la resistencia ha logrado consolidar un
discurso estético en que, más allá de los estereotipos, el fin se convierte en
principio y las historias dulces se pierden en desenlaces trágicos.
El recuerdo impreso en aquellos trajes, la evocación de
momentos aparentemente felices, son solo un punto de partida para reconstruir
un centenar de destinos cuyas escenas posteriores no siempre coinciden con esos
fragmentos de memoria. Unos destinos que, incluso, en medio de la acción
artística se ven marcados por los comentarios displicentes de la calle, los
piropos machistas y los cambios de ritmo que se desprenden de las diferencias
“ambientales” (medidas por la agresividad) entre unas calles y otras.
La estación “final”, si es que esa palabra cabe, la iglesia
de Lourdes. Cien novias congeladas frente a su fachada por algunos minutos para
luego disponerse a repartir recordatorios entre los presentes. Ese punto
protagónico del ritual marcado por la palabra “miedo” y algunas almendras se da
justo cuando los trajes han perdido su esplendor, como resultado de la rutina
previa, y los antes han sido reemplazados por este único momento en que
mentiras y verdades se confunden en un trozo de tul.
La acción que pudo observarse en Bogotá contó con la
participación de mujeres colombianas que estuvieron inmersas en alguna
situación violenta. Y se desarrolló como parte de los actos de conmemoración
del día de la mujer, gracias a organizaciones como la Fundación Arteria y UNIFEM".
Texto: Olga Lucía Lozano.
Más información y texto completo: http://lasillavacia.com/sites/default/files/media/labutaca/estonoesbonito/8411/8411_resena.html